La destitución de Lisa Cook, gobernadora de la Reserva Federal, anunciada por el presidente Donald Trump, es un movimiento que profundiza la batalla del mandatario contra el banco central de Estados Unidos y expone, una vez más, su visión de la economía subordinada al ejecutivo.
Cook, designada en 2022 por Joe Biden, se convirtió en la primera mujer afroamericana en integrar el consejo de gobernadores de la Fed. Su trayectoria académica y experiencia en estabilidad financiera la avalaban como un perfil técnico de gran peso. Trump la acusa ahora de falsificación de documentos en solicitudes hipotecarias, una imputación que ella ha decidido impugnar en tribunales mientras la Casa Blanca insiste en que se trata de preservar la confianza en la institución.
La Reserva Federal, por diseño, está blindada contra las presiones políticas. Su independencia es piedra angular para sostener la confianza de los mercados y garantizar que las decisiones de política monetaria respondan a criterios técnicos y no a cálculos electorales.
Los mercados han reaccionan con cautela y los analistas advierten sobre el riesgo de inestabilidad. Los círculos financieros se preguntan hasta qué punto la política monetaria de la primera economía del mundo puede resistir la presión de un mandatario. No es un detalle menor que este episodio ocurra en vísperas de un proceso electoral en el que Trump busca reforzar su narrativa de “control total” frente a organismos que, en teoría, deberían actuar al margen de la contienda política.
La salida forzada de Cook no es solo una vacante en el consejo de la Fed. Es una advertencia. El presidente está dispuesto a escalar su confrontación con la institución más influyente del sistema financiero global. En este pulso, lo que está en juego no es únicamente el destino de una funcionaria, sino la estabilidad de la Reserva Federal y, con ella, de la económica mundial.
En el sistema financiero están atentos a lo que determinen los tribunales de justicia sobre la permanencia de Cook en la Fed, pero más allá de eso, sobre los alcances de la estrategia política de la Casa Blanca y del futuro de la independencia del banco central.